La vitamina C, conocida como ácido ascórbico o ascorbato es una molécula soluble en agua, muy delicada, se destruye por casi todo ( calor, congelación,pasteurización, oxidación, cloro, ozono, aire, luz, tabaco, medicaciones…) y los humanos la hemos de ingerir a diario a través de los alimentos y bebidas, una característica que compartimos solo con las cobayas, los monos y los murciélagos frugívoros pues todos los demás mamíferos la sintetizan a partir de la glucosa.

Se almacena en el estómago e intestino desde donde va a pasando a los tejidos, prioritariamente a las glándulas suprarrenales, el humor acuoso,el cristalino, los músculos y el tejido adiposo.Se excreta como oxálico u oxalatos y su toxicidad es anecdótica, pudiendo ocasionar diarrea por la acidez. La posibilidad de oxalatos renales es casi nula.

Una de las principales funciones de la vitamina C es la síntesis de colágeno y su capacidad de cicatrización, indispensable en los postoperatorios y fracturas. Interviene también en muchas reacciones químicas de oxidación y reducción: síntesis de aminoacidos,de corticoides y hormona tiroidea. Actua en la absorción del hierro sobre todo de los alimentos vegetales.

Es fundamental en la degradación hepatica del colesterol y en general para un buen funcionamiento hepático pues interviene en los mecanismos de desintoxicación. Al disminuir el colesterol evita la formación de placas ateromatosas, disminuye el riesgo de coagulación, es antihemorrágica y eficaz en el tratamiento de varices y arañas vasculares.

En medicina del deporte se usa porque disminuye la carnitina gastada por el esfuerzo. La carnitina introduce ácidos grasos en la mitocondria para ser usada como combustible, lo que hace que se ahorre glucógeno, mejora la fatiga y mejora la contracción muscular, además,con la vitamina C disminuye la frecuencia cardíaca con más sangre bombeada por latido y un menor gasto energético. La mayor capacidad cardíaca se produce por el aumento de hormonas del estres ( adrenalina y noradrenalina) propiciadas por la acción de la vitamina C.

Sobre el sistema inmune, aumenta las defensas, acelera la fagocitosis de virus y bacterias, controla la síntesis de anticuerpos y es desintoxicante de las toxinas bacterianas, por ello disminuye la duración de las enfermedades infecciosas y víricas.

El nivel de vitamina C es determinante en la resistencia a carcinógenos, neutraliza los tóxicos a nivel hepático, apoya su excreción por el riñon y neutraliza radicales libres. Estas propiedades la hacen protectora frente al cáncer de vejiga, de estómago, esofago y colon y en general previene la mutación a células malignas.

Se utiliza para proteger de los metales pesados, efectos negativos del tabaco, del alcohol, del cloro, de las radiaciones X y de efectos secundarios de fármacos.

Ademas evita junto con la vitamina A y E la oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados. Es el antiaging por excelencia. Grupo ACE

Las vitamina C se encuentra en todos los vegetales y en más cantidad en perejil, pimiento, brecol, coles, hinojo, coliflor, berro, espinaca, acelga,tomate y patata y en las frutas en general en las que tienen color intenso y sabor ácido ( kiwi, guayaba, mango, bayas de acerola, escaramujo,limón, naranja,pomelo,mandarina ). También en los lácteos, carne de pollo, pescado, huevos, frutos secos ( castaña, cacahuete pistacho, almendra y avellana) y en las legumbres y algas.

Es difícil pensar en una deficiencia en vitamina C con todas estas fuentes y si pensamos que solo necesitamos 60 mgs/ día pero en cuanto a las dosis adecuadas hay muchísimas disquisiciones. Linus Pauling, dos veces premio nobel defendía su uso a megadosis desde 18g-200 gr al día. La doctora Kousmine comprobó que los enfermos se sienten mejor con dósis mínimo de 10 g/día. Según el profesor Felipe Hernández la dósis tendría que rondar lo 1000 mgs diarios como mantenimiento y varios gramos si se trata de una persona inmunodeprimida.

Yo recomiendo para los niños mayores de 5 años 250-500 mgs/dia durante todo e invierno y para adultos minimo 1 gramo/dia.

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