La dieta cetogénica es una dieta rica en grasa, adecuada en proteínas y baja en hidratos de carbono (HC), diseñada para producir cetosis a imitación de los cambios metabólicos que ocurren durante el ayuno.
La dieta cetogénica estimula los efectos metabólicos del ayuno, forzando al cuerpo humano a utilizar la grasa como fuente de energía.
La dieta cetogénica (DC) tuvo sus inicios en 1920 por el efecto anticonvulsivo que tenía el ayuno. Con la aparición de nuevos antiepilépticos en 1938, como la fenitoína, la DC cayó en desuso, pero en los últimos 20 años ha resurgido en el tratamiento de la epilepsia refractaria a los fármacos.
En los últimos años se ha propuesto su aplicación en otras patologías, como enfermedades metabólicas, oncológicas y neurodegenerativas y trastornos psiquiátricos.
La dieta cetogénica puede tener un papel primordial en el tratamiento de los procesos con proliferación celular. Los tejidos normales se pueden adaptar a utilizar las acetonas como substrato (en vez de la glucosa), pero las células malignas no tienen el mismo grado de flexibilidad metabólica y no se adaptan, por lo que reducen su proliferación celular. ( EFECTO WARBURG)
El cerebro puede conseguir energía de las grasas mediante los cuerpos cetónicos y esto tiene efectos beneficiosos.
Estudios en animales sugieren que la dieta cetogénica protege en los traumatismos y fenómenos isquémicos ya que el cerebro lesionado prefiere las cetonas.
La dieta cetogénica parece que aumenta la función mitocondrial a través de diversas vías. Dado el importante papel de la disfunción mitocondrial en muchas enfermedades degenerativas, es fundamental resaltar los mecanismos que puedan modificar en potencia la evolución de la enfermedad.
Varias líneas de investigación sugieren por ejemplo que la disfunción mitocondrial puede jugar un papel en la progresión de la ELA.
Tambien se aplica la dieta cetogénica para mejorar el autismo y depresion y para paliar las candidiasis pues ya sabemos que el principal alimento de las candidas son los azúcares.
La dieta cetogénica puede utilizarse como una dieta para perder peso pero es más bien una dieta para la reeducación metabólica que en la mayoría de casos conlleva una pérdida natural de peso.
Se ha visto en muchos estudios que el efecto de pérdida de peso es superior a otras dietas tradicionales, pero la reeducación metabólica tiene un efecto a mucho más largo plazo.
El efecto de la dieta cetogénica más impactante se ve en la sensación de saciedad que provoca debido a una digestión más lenta de las grasas.
El aumento de cuerpos cetónicos en sangre también tiene un efecto en la disminución de la sensación de hambre, lo cual disminuye notablemente la ansiedad asociada a las dietas de pérdida de peso.
¿ En que consiste?
La dieta cetogénica consiste en reducir sustancialmente el consumo de hidratos de carbono (cereales, legumbres, frutas, tubérculos…) e incrementar el consumo de grasas buenas (aguacate, aceite de oliva, coco, etc.) a fin de “forzar” al cuerpo a consumir de nuevo grasas.
La proporción de calorías por macronutriente en la dieta cetogénica acostumbra a ser de:
65% – 75% de grasa.
20% de proteína
15% – 5% de carbohidratos o menos de 60 gramos diarios.
No hay una sola dieta cetogénica. Algunas son más permisivas con el consumo (controlado) de fruta, otras excluyen totalmente los carbohidratos.
Es un schock comenzar de repente a consumir carne, dejar los cereales y atiborrarse a grasa pero todo merece la pena si comenzamos a sentir sus beneficios.
El cuerpo necesita generar unos cambios internos para empezar a producir los ácidos llamados cetonas, una vez empezada la producción los cambios físicos podrían tardar en verse aproximadamente unas 2 semanas, a partir de este momento se continuará con la pérdida progresiva de peso hasta la décima o décima segunda semana que es cuando nuestra báscula se estabiliza. La primera fase es la más dura de todas ya que se reduce mucho la cantidad de alimentos con hidratos de carbono lo cual genera un choque psicológico y físico debido a la adaptación de nuestro sistema a un plan alimenticio distinto al que solíamos tener. En la segunda fase se expande un poco más la variedad de alimentos que se pueden consumir haciendo del proceso algo más llevadero y en la tercera fase ya estamos acostumbrados a la dieta y los cambios físicos nos mantienen animados a continuarlas hasta el final.
DIETA CETOGÉNICA – ALIMENTOS PERMITIDOS
Las fuentes más saludables de grasa son:
Mantequilla mejor clarificada o ghee
Aceite de coco
Aceite de oliva (virgen y crudo)
Frutos seco y semillas previamente remojadas
Vegetales con bajo contenido en carbohidratos, sobretodo hojas y brotes
Espinacas
Lechuga
Endivias
Col
Frutos con bajo contenido en hidratos:
Pepino
Coliflor
Apio
Ajo
Proteína rica en grasas sanas (Omega 3):
Sardinas y pescado azul en general
Atún
Salmón
Carne ecológica
Si quieres empezar ponte en contacto conmigo a través de info@inessantamaría.es
10 mayo, 2019 at 5:45 pm
Hola me gustaría hacer la dieta cetogenica, ya q no consigo adelgazar con las dietas normales.
Tengo hipotiroidismo de Hasimoto.
Gracias un saludo.
M.Jesus
16 septiembre, 2019 at 8:54 pm
Buenas noches maria jesus. Creo que deberías pasar consulta para valorar tu hipotiroidismo y tu dieta. Te agradezco cogías cita en el teléfono 629845261